
Ya les conté en el primer post lo difícil que fue el proceso de la caída del pelo. Superado eso, una vez pelada tuve que adecuarme a los nuevos looks que vendrían próximamente y que cambiarían mi apariencia prácticamente todas las semanas.
Al principio, no había mucho qué hacer. Mi pelo estaba cortísimo y era escaso. Pero al poco tiempo, el famoso “chemo hair” (pelo de quimio) empezó a manifestarse. Cientos de rulos estilo “The Jackson 5” poblaron mi cabeza.
Hasta que llegó un punto en que el largo de cada pelo era de unos 5 cms y entonces decidí hacer algo al respecto
Lo ideal es no hacer nada y tener paciencia, para evitar el uso de químicos. Sin embargo, para quienes, como yo, no les gusta este cambio de look, encontré un par de un alternativas.
La primera: con el pelo mojado usar un gel fijador y peinarlo de la forma que te guste. Cualquier gel sirve y lo venden en supermercados o farmacias. Lo malo, es que el pelo te queda con apariencia de estar mojado y además queda tieso al tacto.
La segunda: el tratamiento Brasil Cacau, que NO tiene formol. Se realiza en peluquerías. Yo me lo realicé en Salón de Belleza Donna ubicado en Luis Pasteur 6500.
La tercera: tener un buen estilista o peluquero que sepa cortar tu pelo y a la vez acentuar el crecimiento de éste. Mi estilista es Cristián González que trabaja en D’Beauty Day Spa en Av. Kennedy 7100.
En fin, ahí van mis consejos y recuerden de no usar tinturas por el momento, ya que el pelo está débil. Y paciencia hasta que el pelo vuelva a crecer, recuerden que de todo este gran proceso que estamos viviendo, esto es solo un pelo de la cola.